domingo, noviembre 05, 2006

De vasos y copas

No creo en las velitas de cumpleaños ni en las vaquitas de San Antonio, ni en las estampitas ni en las estrellas fugaces, ni en los tréboles ni en los capicúas, y hasta dependiendo del día no creo en Dios.

Sin embargo, creo fervientemente y con fe ciega en los brindis.

Aunque para ello deban cumplirse algunas condiciones:

  • El vaso debe estar de medio lleno para arriba.
  • La copa debe alzarse por encima del pecho, cuanto más alto más vocación de éxito le inyecta al deseo.
  • Se puede gritar lo que se quiera, sea salud, salute y sus variantes, chin-chin u otras.
  • Está permitido brindar con agua, de contra nomás.

Complementariamente, para más suceso:

  • Ensaye una sonrisa de bobo y murmure su deseo.
  • No lo enuncie entero, con un titular descriptivo es suficiente. Los ángeles son buenos entendedores.
  • Insulte por lo bajo. "La concha de la lora" tiene probada efectividad.
  • Haga fondo blanco para intimidar al deseo a cumplir su cometido.
  • Eructe disimuladamente.
  • Repita el procedimiento varias veces al día.

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